La importancia de hacer pausas al hablar: El silencio no es ausencia de comunicación
¿Alguna vez te has preguntado si haces pausas cuando hablas? La mayoría de las personas, especialmente en entornos corporativos o de liderazgo, a menudo olvidan la relevancia de este simple acto. En mi vida corporativa, solía sentirme frustrado cuando los gerentes hablaban sin parar, ya fuera en reuniones o presentaciones, sin comprobar si su audiencia los seguía. Yo mismo solía hablar rápido. Sin embargo, cuando me convertí en conferencista y coach profesional, aprendí el valor de las pausas. Descubrí que el silencio no es simplemente un espacio vacío, sino una herramienta poderosa para mejorar la calidad de la comunicación.
Las pausas no solo son esenciales en conversaciones de coaching, sino que también son efectivas en discursos públicos, presentaciones corporativas o cuando se lidera un equipo. El silencio, cuando se usa estratégicamente, transforma el mensaje, dándole más peso y claridad. Dominar esta habilidad puede marcar la diferencia entre una presentación mediocre y una que realmente conecte con la audiencia.
¿Por qué son tan importantes las pausas al hablar?
El conferencista y experto en comunicación Vinh Giang señala dos razones clave por las que las pausas son indispensables en nuestras conversaciones:
- Las pausas dan tiempo para procesar la información.
Cuando hacemos una pausa, permitimos que nuestra audiencia asimile lo que hemos dicho. En un mundo donde la información se transmite a gran velocidad, dar espacio para que el cerebro digiera el mensaje es crucial. - El silencio es más efectivo que los «rellenos» de conversación.
Muletillas como «mmm», «uh», «eh», o «ya sabes» son distracciones. En lugar de llenar el espacio con estas palabras, el silencio ofrece una pausa reflexiva que puede hacer que nuestro mensaje sea más limpio y potente.
El silencio en la comunicación: un acto lingüístico
El silencio no es ausencia de comunicación, sino un componente esencial de ella. Como acto lingüístico, el silencio transmite tanto como las palabras, si no más. En el coaching, se utiliza para facilitar la reflexión, pero también tiene un lugar en discursos más amplios. Al tomarnos un momento para respirar y dejar espacio para el silencio, permitimos que nuestras palabras resuenen con mayor impacto.
La célebre cita de Bernard Werber resume perfectamente la complejidad de la comunicación:
«Entre lo que pienso,
lo que quiero decir,
lo que creo que digo,
lo que digo,
lo que quieres escuchar,
lo que crees oír,
lo que oyes,
lo que quieres entender,
lo que crees que entiendes,
lo que entiendes…
Son diez posibilidades de que tengamos problemas para comunicarnos.
Pero intentémoslo de todos modos…»
Cómo las pausas mejoran la claridad
Cada pausa ayuda a mitigar estos «ruidos» en la comunicación, proporcionando claridad. Al dejar un espacio entre las ideas, damos la oportunidad a nuestro interlocutor de interpretar correctamente nuestro mensaje, reduciendo las probabilidades de malentendidos.
Tomemos posesión del silencio
El silencio no es algo que debamos temer en una conversación o presentación. Por el contrario, es una herramienta invaluable que, cuando se usa con intención, puede cambiar por completo la forma en que se recibe nuestro mensaje. Como dijo Michael Aguilar, se trata de «respirar estratégicamente», y como sugieren Vinh Giang y Bernard Werber, el silencio permite que la comunicación fluya con mayor precisión y claridad. Así que la próxima vez que hables, no olvides hacer una pausa, ¡tu público te lo agradecerá!
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Benoit Mahé – Cofundador de CapKelenn